Análisis estratégico y análisis metodológico delictual

 Explicación del análisis estratégico y análisis

Se debe tener previamente claro, que el crimen no es un fenómeno que permanezca estático, y este es un saber criminológico. Por el contrario, es un conjunto de variantes y contextos que para poder ser desentrañados deben someterse a la observación y al análisis. Aquí surge esta distinción de manera puntual, el análisis, empero se debe hacer la distinción entre el análisis estratégico y el metodológico, pues estos conceptos no son lo mismo, empero, se complementan.



Por un lado, se tiene al análisis estratégico, cuando se habla de este, se menciona a una perspectiva a nivel macro, o bien, la búsqueda de patrones y posibles escenarios futuros. Es decir, el análisis estratégico surge aquí como la disciplina que traduce este caos aparente en conocimiento accionable, permitiéndonos no solo reaccionar ante el crimen, sino anticiparlo y desarticular sus mecanismos ocultos. Según la definición dada en el compendio de Fundación Paz Ciudadana (2010) “Su interés se centra en los problemas delictuales a largo plazo y sus causas, las variaciones o tendencias de la criminalidad y los factores detrás de estos cambios” (p.11).

En esencia, este enfoque va más allá del mero recuento estadístico. Se sumerge en las aguas profundas donde confluyen factores socioeconómicos, diseños urbanos, fallas institucionales y psicologías individuales. Por ejemplo, un rompecabezas donde cada pieza, desde el precio de las drogas en el mercado negro hasta la eficacia del alumbrado público, influye en la configuración final del panorama delictivo. El analista estratégico es ese estudioso paciente que encuentra cómo encajar estas piezas dispersas.

Lo verdaderamente revolucionario de este enfoque radica en su capacidad para identificar puntos de inflexión. No se conforma con señalar que los robos aumentan en cierta zona; busca descubrir que este incremento coincide con el cierre de fábricas locales o con cambios en las rutas de transporte público. Como un médico que diagnostica no solo los síntomas sino la enfermedad subyacente, el análisis estratégico revela las conexiones ocultas entre variables aparentemente inconexas.

De tal manera, se ha logrado comprender qué nivel policial este método transforma la labor reactiva en inteligencia preventiva. Al detectar patrones en los delitos contra propiedades, por ejemplo, pueden predecir con notable precisión las áreas de mayor riesgo y asignar recursos de manera óptima. Con el surgimiento de medidas como el análisis estratégico, la posibilidad de estudiar las tendencias delictivas del medio social y de buscar soluciones para el mismo factor, se han establecido como parte de los propios fundamentos y protocolos del medio. Hechos que de un modo u otro se consolidan como una parte relevante dentro de la lucho contrala criminalidad y sus transformaciones que llevan a cabo los diferentes medios sociales de protección.

Con el practico estándar del análisis estratégicos, muchos cuerpos de acción cuentan con la posibilidad de alcanzar información de peso y de la mano de esta interpretar modelos en los que se pueda lograr una mejora, esto mediante la creación, promoción y establecimiento de políticas de prevención y control de un medio tan nocivo como lo es el delito, mismo que no solo es parte de un mecanismo de acción, este es sin lugar a dudas parte de los mayores afluentes de negatividad en el marco de la sociedad.

Sin embargo, este análisis no es infalible. Requiere constante actualización, pues el crimen es un organismo vivo que muta y se adapta. Las bandas modernas emplean tecnología sofisticada y aprenden de sus errores con velocidad alarmante. Por esto, el verdadero analista estratégico combina datos duros con comprensión antropológica, mezclando algoritmos predictivos con conocimiento de culturas locales.

Al final, el valor último de este enfoque no se mide en gráficos o informes, sino en vidas salvadas, comunidades recuperadas y futuros redirigidos. Mas bien, recuerda que detrás de cada estadística hay rostros humanos, y que comprender el delito es, en última instancia, comprender la complejidad de la sociedad misma. Esto demuestra como la criminología del siglo XXI ya no puede satisfacerse con explicar lo ocurrido; debe por el contrario iluminar el camino hacia lo que podría ocurrir, y el análisis estratégico es la antorcha que puede guiar en esa exploración.

Por otro lado, se tiene el análisis o también llamado metodológico. Como aquel enfocado en la rigurosidad y el detalle. Véase la diferencia en que, mientras que el análisis estratégico se objeta en el para qué, el análisis metodológico se enfoca en el cómo. Desde esa premisa, la interrogante que siempre deriva este análisis es ¿Cómo se podría estudiar? Y es esto la columna central de la investigación criminológica, pues es la precisión indispensable en este proceso. De la misma manera argumenta Fundación Paz Ciudadana (2010) “Se podría decir que provee una herramienta de diagnóstico que nos entrega información de qué es lo que se debe hacer, cómo, cuándo, dónde, con quién y para qué” (p.4).

Siendo así, el análisis llega cargado de sistemas de mejora y de parámetros de control, a los que se les debe instaurar un modelo de acción y de asertiva relevancia, lo anterior no como un aparte de sus medidas de acción, sino como un modelo de necesidad, pues con el análisis se puede lograr la prevención y la mejora de sistemas en decadencia y con poca posibilidad de mejora como lo son el social y el penal.

Es decir, este análisis equivale a un detallado trabajo de recolección, clasificación y verificación de datos, pues la metodología del mismo exige un grado de transparencia en cada paso, ya que un error en el proceso de recopilación o bien de interpretación puede llegar a afectar y distorsionar toda la investigación. De esta forma con este análisis podemos recurrir a un modelo de estudio propiamente dirigido a la criminalidad y con bases policiales, lo que lo conduce y establece como uno de los mejores medios para instaurar control.

De aquí, se tiene entonces, que la verdadera relevancia del análisis criminológico se da cuando ambos enfoques de estudio o análisis se integran de manera efectiva. Pues, un análisis estratégico sin una base solida en metodología seria solo especulación, y por otro lado, un análisis metodológico que no se complemente con una visión estrategia podría correr el riesgo de clasificarse como un ejercicio académico limitado.

De tal manera, se concluye que el análisis criminológico, en ambas vertientes, se complementa y radica su valor. Pues es de ahí que se deriva la capacidad de traducir datos en acciones ejecutadas y concretas que se encaminen a mejorar el bienestar de la colectividad. Sin perder la objetividad de que no se debe arriesgar de perder la vista de su contexto social y humano, pues detrás de un numero o dato hay una víctima o victimario del sistema.

Referencias  

Fundación Paz Ciudadana. (2010). Análisis delictual: enfoque y metodología para la reducción del delito. https://aprende.uned.ac.cr/pluginfile.php/1874452/mod_folder/content/0/Analisis%20Delictual.pdf?forcedownload=1

Lisa Institute. (2025). Delincuencia organizada: análisis criminológico y el papel del analista criminal.   [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=XC2YCLOT4Bc

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